Un comercial ofrece en su furgoneta aceite de una marca desconocida a los vecinos de Miajadas, en Cáceres. Un funcionario del ayuntamiento compró seis garrafas, aparentemente de "virgen extra". "Éste es el que hemos comprado y este otro el que teníamos nosotros, de nuestras aceitunas", indica el hombre. Se pude observar la diferencia de colores: uno parece de oliva, mientras que el otro pasaría por ser de girasol.

Sin embargo, el rasgo más evidente es el olor. El aceite del comercial huele mal. Este hombre no fue la única persona que sospechó de su mala calidad. Las quejas entre los consumidores comenzaron a llegarle a la Guardia Civil desde varios puntos de Extremadura y Andalucía.

"Se toman tres muestras y a tenor de los resultados, nosotros ya vimos que ese aceite no era aceite virgen extra", explica la Guardia Civil. El análisis desveló las incógnitas: se trataba de una mezcla de aceites de semillas con aceite de orujo no apto para el consumo humano. Sin embargo, se presentaba etiquetado como AOVE. De este modo se activó una alerta sanitaria. Los consumidores explotaron en las redes sociales. "¿Qué debo hacer? ¿Dónde tengo que denunciar?", fueron las preguntas más repetidas