Profanar una tumba conlleva penas de hasta cinco meses de cárcel. Por ello, los asaltantes se amparan en la noche, ya que saben que comenten un delito. La Guardia Civil investiga a unos asaltantes de un cementerio de Valencia, quienes profanaron la tumba de un policía nacional asesinado por ETA, y la de un guardia civil tiroteado por unos atracadores. Junto a los ataúdes, dejan un sello.

El único detenido por el asalto al cementerio fue un exagente de la Guardia Civil, investigado por profanación de tumbas, maltrato animal y robo con fuerza. El hombre accede a hablar con Equipo de Investigación, aunque prefiere mantener el anonimato por "miedo" a posibles represalias. "Mejor nos ponemos en un sitio alejado de mi domicilio porque tengo miedo de las posibles repercusiones que pueda tener para mi persona nuestra entrevista", expresa.

Así, el exagente niega que profanase tumbas y señala directamente a "Mónica Triple Luna como autora intelectual de todo este entramado". Sin embargo, el hombre sí reconoce que hace unos años él "tenía inquietud por saber cómo funcionaba el mundo de la santería" y se ofreció a ser "el ayudante" de la santera, a lo que ella accedió.