El 2 de octubre de 2021, el padre Fran fue presentado como párroco de un barrio de Melilla. El vicario le agradece su llegada a la ciudad. El padre Fran acude asiduamente a la cárcel, es nombrado capellán de la prisión y preside la asociación de voluntarios. El sacerdote vive en un barrio con gran sentimiento religioso, lugar al que se desplaza Equipo de Investigación.

"Es un cura muy fiestero. Se reunía con los amigos o con gente de la cofradía; cantaban, bebían y ponían música como cualquier fiesta de gente joven", señala una vecina, mientras que otra cuenta que hacía fiestas en el patio que se alargaban "hasta las 3:00 horas, en las que chillaban, se pegaban fuertes juergas...". Además, la misma mujer cuenta que siempre veía al párroco "acompañado de una rubia a la que llamaba 'cariño'".