Con una longitud de 670 metros, en el cementerio sevillano de San Fernando se encuentra una de las mayores fosas del franquismo. "En dos años, en esta fosa se han exhumado 1.700 víctimas de la represión franquista. "Las últimas víctimas que han aparecido estaban todos boca abajo, con las manos atadas a la espalda, cada uno de ellos con alambre", indica un arqueólogo.
Juan Manuel Guijo, arqueólogo forense de Pico Reja, señala que "en Andalucía, hay fosas pendientes de intervención en casi todas las grandes capitales", y que "las víctimas fueron entre 45.000 y 50.000, aunque todavía se podrían recuperar entre 12.000 y 14.000". "En estas cajas está el horror de Pico Reja. Casi el 90% de las víctimas están boca abajo. Era una forma, quizás, de acercar a la víctima al infierno o quizás esconde también el miedo y la cobardía de quienes les fusilaban, que ponían así los cuerpos para evitar mirarles a la cara".
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