Hoy, Desguaces La Torre es uno de los desguaces más grandes de Europa, pero el impulso del gran emporio del 'rey de la chatarra' llega en 1992 con Esperanza Aguirre. El Ayuntamiento de Madrid está preocupado por el medio ambiente y a una joven política, que lleva tres años en el consistorio madrileño como concejala de Medio Ambiente, el empresario le propone un trato irrechazable.

"Había en aquella época muchísimos coches que se dejaban abandonados en las calles", recuerda Aguirre en su entrevista con Equipo de Investigación, donde asegura que, entonces, la Concejalía de Medio Ambiente pagaba "como 8.000 pesetas de entonces por llevarse cada coche".

"Entonces yo saque una subasta pública para ver si había alguien que en vez de 8.000 pues pidiera 5.000 o 3.000 o 2.000, y lo que no esperabas es que él, en vez de pedir que el Ayuntamiento le pagara él, él pagaba al Ayuntamiento retirada, transporte y depósito de esos coches que estaban abandonados en la calle. Y bueno, pues era muy buen negocio para el Ayuntamiento", explica la expresidenta del PP madrileño.

Un contrato que se prorroga más de dos décadas, por el que el dueño del desguace llega a pagar al Ayuntamiento un millón y medio de euros cada cuatro años. "Imagínate garantizarte 500 coches al mes del Ayuntamiento de Madrid, cuando era difícil encontrar coches", comenta por su parte Luis Miguel Rodríguez en el vídeo sobre estas líneas, donde explica que, dos años después, consiguió otros 500 de la Policía Municipal y que, actualmente, tiene convenios "con bastantes más ayuntamientos".