Seguimos a un grupo que avanza por el centro de Madrid cargado con bolsas y empujando carros. Nuestra cámara es testigo de cómo un mercadillo ilegal aparece a la vista de todos. Con toallas y cartones, más de 100 personas montan sus puestos de venta a solo dos kilómetros de la Puerta del sol. Exponen su mercancía, pero nadie sabe de dónde la han sacado. Hay productos usados y nuevos, y detectamos que hay otra mercancía que tratan de ocultar: comida. Al preguntar a un hombre, asegura que lo que tiene en un carro se lo ha "encontrado en en un contenedor".

A solo cinco kilómetros, en Vallecas, encontramos otro punto caliente. Hombres y mujeres van cargados con cajas. Su presencia supone una amenaza para los comercios de la calle. Hay hasta 30 puestos clandestinos frente a 40 tiendas legales. Los comerciantes denuncian la competencia desleal que supone la venta callejera, que cada día aumenta su clientela.

Para evitar multas, algunos se instalan en las esquinas y dan la voz de alarma cuando llega la Policía. En ese momento, tal y como puedes ver en el vídeo, y como por arte de magia, la calle se queda desierta. Los agentes municipales desmontan los puestos y se deshacen de todos los cartones. Sin embargo, una vez se marcha la Policía, vuelven a montar su negocio. Es el juego del gato y el ratón, una persecución diaria.

Localizamos otro punto de venta ilegal de comida en Atocha, donde una veintena de jubilados formando corros son la clientela. Esperan impacientes la mercancía y una vez llega un grupo de personas con comida, se produce el intercambio. Uno de los vendedores lleva un cargamento de salmón ahumado, un producto delicatessen. Es la prueba de un robo a la carta. Además, ofrecen miel y anchoas y negocian en mitad dela calle. El tráfico de alimentos es diario y a la vista de todos.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2013 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.