Nuria Pera y Antonio Anglés mantenían relaciones de manera esporádica. El prófugo fue juzgado en 1911 por el delito de detención ilegal de Nuria Pera. Le cayó la máxima pena que le podía caer: seis años y cuatro meses. "Nuria ya conocía el comportamiento de Anglés y debió tener mucho más miedo que el que tuvieron en principio las niñas de Alcàsser, que no sabían de lo que era capaz. Nuria sí que sabía de lo que podía llegar a ser capaz porque había sufrido agresiones y actos brutales por parte de Anglés", explica el abogado a Equipo de Investigación en un un programa de 2018 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.

Así, recuerda que en una ocasión la dejó encadenada en una habitación con un Dóberman vigilante sangrando. "La narración de los hechos que posteriormente hizo la víctima y todo lo que ocurrió allí eran escalofriantes", asegura la citada fuente. El abogado confiesa que siempre ha tenido la impresión de que el castigo que se le impuso a Anglés le generó un ánimo de venganza.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2018 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.