Francisco Juan Ros García, heredero investigado, cuenta a Equipo de Investigación que "antes de que empiece el verano" llevan a cabo un "trabajo muy minucioso" para la conservación de su colección de más de 1.000 animales disecados.

"Hay que ver que no haya polillas porque las polillas son destructoras; entran en una piel y ya no hay nada que hacer", señala, a lo que añade que los animales disecados "requieren menos de 16 grados" de temperatura. "Tenemos aparatos de aire acondicionado industriales. Hay que limpiar todos los conductos y ponerlo todo en marcha", explica el empresario valenciano, quien teme que se "pierdan" los animales, ya que las naves se encuentran en la actualidad precintadas.