Cada vez que Franco visitaba una ciudad, le entregaban una medalla que no solo tiene un valor simbólico, sino también económico. En 1978, la hija de Franco se vio obligada a dar una rueda de prensa. El escáner del aeropuerto de Barajas le había interceptado 70 monedas de oro y un bolso repleto de medallas, cuando se dirigía a Suiza. 

Descubrimos que algunos ayuntamientos reclaman ahora la devolución de las medallas. "Entendemos que ningún dictador puede tener una medalla de esas características bajo ningún concepto, ni recibir ningún tipo de honores o distinción alguna", defiende Nuria José Ordóñez, concejala del Ayuntamiento de Mieres, donde reclaman "una medalla de oro con una corona y ases de platino vencidos brillantes en la corona". "Era de oro de 35 quilates, con un peso aproximadamente de 62 gramos y un valor de 15.700 pesetas de la época, según el presupuesto, aunque en la actualidad tendría un valor de unos 30.000 euros", señala la concejala.

Viajamos a Palencia, donde el Consistorio lleva seis años reclamando la medalla, y hablamos con Juan Gascón, el concejal que presentó otra moción para retirar la medalla de oro a Franco. "El secretario del Ayuntamiento hizo un escrito para requerir a la fundación Francisco Franco la medalla de oro", según dice, aunque, al parecer, no obtuvieron respuesta por parte de la familia Franco. "Parece que está por encima del bien y del mal y no tiene que atenerse a las leyes que si dice que hay un requerimiento, tienes que atender", denuncia el concejal.

Ante esta situación, consultamos con Eduardo Ranz, el abogado que asesoró al Gobierno en la exhumación de Franco del Valle de los Caídos quiénes son los propietarios de estas medallas. "Estas medallas son honores que se dan al dictador Francisco Franco en calidad de jefe del Estado y, desde luego, deberían volver a Patrimonio Nacional. Sin embargo, nunca se ha inventariado y nunca la familia Franco ha acreditado un título constitutivo. Por tanto, son cuestiones que la Abogacía General del Estado debería perseguir", afirma Ranz.

Averiguamos que la mayor colección de objetos personales de Franco se vende a 6.000 kilómetros de España. Un anticuario pone a la venta 28 artículos que el dictador recibió como Jefe de Estado, entre los que se encuentran "hasta 14 placas y medallas de honor que le dieron al dictador ayuntamientos como el de Málaga, Huesca o Ferrol, una espada que le regaló la armada española que se vendió 6.700 dólares; una pistola por 12.000, un uniforme naval que se vende por 16.800 dólares, y hasta una pitillera por 1755 dólares".