En cuanto cumplió la mayoría de edad, el padre Fran decidió hacerse religioso. Fran ingresó en la Comunidad Trinitaria de Granada, pero el joven solo viste el hábito de la orden religiosa durante cuatro años. No llega ni siquiera a ser novicio. Finalmente, Fran consigue que lo acepten en el Seminario Mayor de Málaga. 

Sin embargo, Fran no parece estar preparado para los sacrificios sacerdotales, y se deja ver por las casetas de la Feria de Córdoba disfrutando de la fiesta, o en locales de ocio nocturno de la playa. Cuatro años después de ingresar en el seminario, cuando tiene 26 años, Fran es ordenado sacerdote junto a otros tres novicios. Ni el seminario, ni la diócesis, ni ninguno de sus mentores detectó nada inusual en el joven sacerdote. ¿Hay controles eclesiásticos? Equipo de Investigación intenta hablar con uno de sus principales formadores en el vídeo principal que acompaña a esta noticia.