Después de 25 años en prisión,Joaquín Ferrándiz, conocido como el asesino en serie de Castellón por matar a cinco mujeres, ha quedado en libertad. Ante los medios, ha asegurado que se arrepiente de los asesinatos y que se irá de España. Los familiares de las víctimas creen que volverá a actuar.

Equipo de Investigación analizó los crímenes en el programa 'En la mente del asesino' que laSexta emitió el pasado mes de enero.

Sonia Rubio fue una de las víctimas de Joaquín Ferrándiz. Sin pistas sobre su paradero, buscaron a la joven estudiante de Filología inglesa durante cuatro meses hasta que alguien alertó a la Guardia Civil.

"Recibimos una llamada de un cazador que había encontrado un cuerpo semimomificado en el bosque", contó Tomás Calviño, subteniente de la Guardia Civil.

El cuerpo de Sonia apareció a cinco kilómetros del último lugar donde fue vista por última vez. "Se encuentra en estado malo y con una cinta aislante cubriéndole la boca, por el color del cabello suponíamos que era Sonia, además, en una de las manos tenía un anillo", relató el subteniente.

La joven estaba amordazada con una cinta aislante de 18 milímetros, una medida que no se comercializa en ningún lugar del mundo, como explicó Tomás Calviño.

Vicente Garrido, catedrático de Criminología de la Universidad de Valencia, recordó que "en el caso de Sonia Rubio, el cuerpo está presentando una imagen que quiere impactar a la persona que lo vea" porque "se le ha manipulado su ropa interior, se le ha amordazado... toda esa escena significa control".

"Que tenga la ropa interior en la boca está asociado con un componente sexual, el sexo se vehicula a través del control. Para él no es importante la penetración, la posesión del cuerpo no se realiza a través del acto sexual, sino del homicidio y la violación posterior del cadáver", lamentó.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un contenido de Equipo de Investigación que laSexta emitió en enero.