Los precios suben en los lineales de los supermercados pero los ganaderos no ven incrementar sus beneficios. Tomando como ejemplo los huevos de talla M que producen gallinas de suelo, Equipo de Investigación analiza cómo varían los precios desde su producción hasta que el consumidor lo compra.

Desde el inicio del proceso, la gallina se alimenta de pienso compuesto, que lleva cebada, trigo, girasol, soja, maíz y aceite de soja, principalmente. Todos estos ingredientes han subido en el último año aproximadamente un 65%. Pero no solo el pienso, también la amortización de las aves, los costes de personal, los suministros y seguros, los embalajes, las reparaciones, los gastos financieros o el transporte también se han encarecido.

Así, una docena de huevos totalmente terminada cuesta hoy en día a los productores unos 1,90 euros. Pero estos los venden por poco más, obteniendo un beneficio de unos cinco o diez céntimos por docena. Sin embargo, cuando estos llegan a sus tiendas, su precio vuelve a subir y supera incluso los dos euros.