Eloy García Calvo, investigador de IMDEA Agua, ha analizado el agua filtrada y la del grifo de tres restaurantes de Madrid diferentes. La conclusión que saca es muy clara: ambas aguas (la filtrada y la del grifo) son de gran calidad. "Darle un tratamiento adicional ni mejora ni empeora la calidad del agua", señala.

Así, al escuchar el importe que cobran los tres locales por el agua (2,95 euros, 2,80 euros y 1,80 euros) asegura que "cobrar por una cantidad que es mil veces menor no tiene ningún sentido", pues un metro cúbico en nuestros hogares "nos cuesta alrededor 1,5 euros".

"Pero eso es el cliente el que tiene que decidir", añade. Por otro lado, señala que no es necesario filtrar el agua del grifo porque la calidad con la que llega a los restaurantes "es suficientemente buena como para no necesitar un tratamiento adicional".