Cada año se venden en España millones de croquetas ultracongeladas y Gemma del Caño, farmacéutica especializada en investigación e innovación alimentaria, descubre cómo evitar que nos engañen. Equipo de Investigación habló con ella en un programa de 2019 que laSexta ha vuelto a emitir este domingo.

"Para el consumidor medio no es fácil darse cuenta del engaño, pero hay características que nos pueden ayudar", indica Del Caño.

La experta pide una croqueta de jamón y otra de pollo en una terraza y solo con verlas reconoce que "claramente son industriales" por su forma.

Además, al abrirlas comprueba que "son unos mazacotes" porque "tienen grumos y están sin terminar de hacer". De hecho, al probarlas comprueba que no están muy buenas: "Qué asco, solo son harina".

"La croqueta de pollo no ha visto el pollo ni en el caldo. En la croqueta de jamón se intuye algún trozo muy pequeño y sabe a cualquier cosa menos a jamón. No soy capaz de identificar a qué", añade.

Según detalla, "la cantidad justa de jamón o pollo que debe llevar una croqueta sería un 16 o 18%".

Poco después, Gemma del Caño se dirige a otro establecimiento donde se sirve una de las mejores croquetas del mundo, según el Congreso Gastronómico de Madrid Fusión. Allí prueba la de jamón ibérico y su reacción es completamente distinta: "Es muy crujiente, sin ser demasiado dura y por dentro está muy cremosa. Si tengo que ponerle alguna pega, quizá es demasiado líquida respecto a lo que espero de una croqueta".

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2019 que laSexta ha vuelto a emitir este domingo.