La pareja dueña de Peluquerías Low Cost, David y Mar, junto a 32 de sus franquiciados, fueron detenidos acusados de estafa, falsificación documental y un delito contra el derecho de los trabajadores: tras los contratos de formación, según la Policía, había en realidad trabajadores ordinarios.

De esta manera, se ahorraban el pago de las cuotas a la Seguridad Social y recibían además una bonificación del Estado: así habrían estafado una cantidad que ronda los cuatro millones de euros. La mayor parte del dinero, según la Policía Nacional, "fue derivado a las cuentas corrientes de los líderes de la organización".

Los franquiciados investigados, por su parte, niegan su responsabilidad y acusan a los dueños de la cadena haberles estafado. Seis de ellos acceden a hablar con Equipo de Investigación y relatan las enormes deudas que ahora tienen con la Seguridad Social, así como el cambio en el estilo de vida de David y Mar, que pasaron de "vivir en un estudio de 30 metros" a "un chalet de un millón de euros", llevar coches de lujo y hacerse "fotos de Dubái, comiendo caviar, jugando al golf".