El valor de los juguetes antiguos llega a alcanzar cifras inimaginables en las subastas: prueba de ello son un videojuego de 1996 subastado por 1,3 millones de euros o unas cartas Pokémon de los años 90 que alcanzan casi los 50.000 euros en Internet.

Marcos Calvo se dedica a recorrer el mundo en busca de juguetes antiguos para revenderlos, ya que, según explica a Equipo de Investigación, este tipo de artículos "se revaloriza con el tiempo".

En el vídeo que ilustra estas líneas nos muestra cuál es su pieza más valiosa y los diferentes perfiles de compradores, así como una transacción con un cliente, a cuyo domicilio acude a tasar -y posiblemente comprar- una serie de juguetes antiguos.