Luis Miguel Rodríguez pidió, en 2013, un crédito a una empresa en Chipre de cinco millones de euros para terminar las obras de sus proyectos. Según el periodista económico, José María Camarero, lo hizo con esta entidad "porque ningún banco español y probablemente ningún banco de la zona Euro le iba a prestar ese dinero que necesitaba para seguir con la financiación y con el capital necesario como para continuar el negocio". "La compañía accede a un crédito que al final acabó siendo leonino", explica, ya que tenía un "interés del 18%".

"Evidentemente ese crédito, aunque le supusiera una inyección de dinero, tenía que pagar unos intereses tan altos que devoraron a la propia empresa", explica Camarero el gran error del empresario.

Además, en este vídeo, analiza cómo son las cuentas de las empresas de Luis Miguel Rodríguez y explica por qué terminó acumulando una deuda tan elevada.