El contacto directo con gatos en situación de abandono puede llegar a provocar enfermedades infecciosas en los humanos. Una de ellas es la bartonella, que, según los expertos, provoca dolores de cabeza, malestar general e incluso fiebre. Se transmite a través de las pulgas que llevan los felinos y también hay otras vías como los arañazos o las mordeduras de estos animales.

Según un estudio de la Universidad de Barcelona, el 80% de los gatos callejeros son portadores de la bartonella.

Además, hay otras enfermedades que se pueden transmitir a los humanos, como la toxoplasmosis. La mayor relevancia de esta es por cómo afecta a las mujeres embarazadas, puede producir el aborto en los primeros meses.