Tras las denuncias de varios asistentes al Medusa, donde un joven falleció y decenas resultaron heridos, el juez decidió investigar al organizador del festival, a los responsables de las dos empresas de montaje, al arquitecto que realizó el proyecto técnico, al encargado de la empresa contratada por el Ayuntamiento de Cullera para la supervisión de la estructura y al ingeniero técnico del Consistorio. Este es el único organismo que accede a dar su versión, por primera vez, ante las cámaras de Equipo de Investigación.

"Al ser un evento privado nunca hemos hecho ningún tipo de valoración", afirma Josep Moreno, portavoz del Ayuntamiento, que sostiene que el festival "se ha realizado en muchos años y siempre contando con los permisos pertinentes". Incide además en que "el montaje no tiene el visto bueno del Ayuntamiento". "El Ayuntamiento no supervisa el montaje de nada, el Ayuntamiento supervisa la documentación que se aporta", precisa.

Defiende además al técnico investigado: "Tenemos la absoluta certeza y la absoluta convicción de que la actuación de nuestro técnico fue impecable y que, cuando todo esto acabe, esa será la conclusión, porque no puede ser ninguna otra". "Si hay alguna responsabilidad, se aclarará y, si no, pues sencillamente estaremos ante uno de esos casos asociados a fenómenos meteorológicos extremos en los que, por desgracia, alguien pierde la vida", concluye Moreno, cuya entrevista completa puedes ver en el vídeo.