Joyas de Carmen Polo se ponen a subasta, como unos pendientes de Cartier de platino, esmeraldas y diamantes; o una sortija con tres diamantes a los lados y un 'fabuloso' en el centro de 19 kilates. Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Bueno, defiende que los Franco deberían demostrar el origen de las joyas de la familia: "El sueldo de un general no te da para comprarte esas joyas con ese valor", afirma.

La Asociación también escribe al Embajador en Londres: "Pedimos que exija la documentación que acredite el origen y la propiedad de las citadas joyas y, además, que presente una protesta ante la citada casa de subastas por ser el cooperador necesario para que la familia de un terrible dictador capitalice su patrimonio surgido de la corrupción política y económica".

En este sentido, Silva indica que recibieron "una contestación formal, pero no real". "El Estado no se ha preocupado realmente de verificar si esa subasta está comprometiendo intereses del Estado", denuncia el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. La subasta sigue adelante sin que el Estado español intervenga y un collar de Carmen Polo se adjudica por 109.000 euros.