El sumario del caso sobre la desaparición de Antonio Ruiz en Baza recoge la declaración de un amigo y vecino de Antonio. El hombre asegura que su pareja le cuenta que había envenado a un pony y echado veneno a las plantas de la finca donde trabajaban. Además, la mujer también le confiesa que cogían gasoil de la finca y se lo vendían a sus familiares, y le reconoce que lo hace porque no le gustaba vivir allí.

En lo referente a Antonio Ruiz, su amigo declara que le notó deteriorado al volver de la finca: "Estaba pálido y había adelgazado; iba bastante al hospital". "Todo lo que comía, le sentaba mal y lo vomitaba", añade. Antonio vivía a las afueras de Baza, en una de las casas excavadas en la roca. Su última prueba de vida es una visita médica en 2016. Desde entonces, no se le ha vuelto a ver, y son varios vecinos y conocidos los que afirman que antes de su desaparición el hombre estaba bastante mejorado. De hecho, recibió atención médica en hasta 15 ocasiones en menos de un año.