El 27 de marzo de 1997, y tras pasar 492 días secuestrada, Mari Àngels Feliu fue liberada por su carcelero. Conduce hasta un polígono industrial y Mari Àngels Feliu ve a lo lejos una gasolinera. "De golpe, aparece en la gasolinera una mujer ataviada con una manta, muy desaliñada, sucia, pero muy educada en el habla. Se sentó y se quedó mirando el cielo. Era la primera vez en 492 días que esa mujer veía la luna, que esa mujer sentía el aire en la cara, que esa mujer era libre. Para ella debió ser impresionante", afirma Neus Sala, periodista.

"La abandonaron allí, medio aturdida y se acercó a la gasolinera. Llegó al compañero que estaba en caja en el servicio de la noche y le dijo: 'Soy Mari Àngels, la farmacéutica de Olot, ¿Puedes hacer el favor de llamar a la Policía? Y si me puedes ofrecer algo de beber, que tengo la boca seca'", cuenta un gasolinero, a lo que añade que la mujer estaba "aturdida y en unas condiciones lamentables".