El Cuco vive en un piso de protección oficial que le entregaron a su madre unos días después del asesinato de Marta del Castillo junto a una joven que conoce en Francia, donde vive durante más de cuatro años. Es el único lugar en el que ha podido disfrutar del anonimato. Allí aprende a tatuar, sale de fiesta con amigos, y trabaja esporádicamente como modelo.

En las últimas semanas, 'El Cuco' apenas sale de casa. Ante la inminencia del nuevo juicio, se aísla. Por tercera vez, 'El Cuco' y su madre vuelven a sentarse en el banquillo de los acusados. Sin embargo, este juicio será más rápido de lo previsto. La jueza no tendrá que escuchar las grabaciones del infiltrado, y tampoco declarará Carcaño como testigo. En la primera jornada, 'El Cuco' y su madre reconocen que mintieron cuando declararon como testigos.