Durante cuatro meses, la farmacéutica de Olot permaneció secuestrada en la más absoluta oscuridad. Su familia llegó a ofrecer una recompensa: 120.000 euros si la dejaban en libertad y 30.000 por una pista sobre su paradero.

La información de un confidente daba entonces un giro a la investigación: un nuevo testigo afirmaba que Maria Àngels Feliu estaba muerta. La propia víctima pudo escucharlo por la radio, tal y como relataría después en el juicio: "Yo estaba allí encerrada y quería decir: 'Estoy aquí dentro viva'".

La periodista Neus Sala contaba ante las cámaras del programa que la propia Maria Àngels le dijo que para ella fue "el peor momento": "El peor momento es que te den por muerta porque sabes que ya no te van a buscar", explicaba.

*El contenido al que hace referencia esta información corresponde a un programa de Equipo de Investigación de noviembre de 2022 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.