El rastro de Amy Fitzpatrick se pierde en una urbanización de Mijas, Málaga, el 1 de enero de 2008. La menor vuelve a casa en torno a las 22:00 horas y desde entonces nada más se sabe de ella. Varias amigas de la menor cuentan que era una joven extrovertida y aseguran que tenía problemas con su padrastro. "Pienso que algo le pasó cuando Amy llegó a casa", afirma Ashley Rubio, amiga suya. Equipo de Investigación recogió su testimonio en un programa de 2018 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.

"Pasamos la Nochevieja juntas, su madre y su padrastro estaban en un bar y ella quiso quedarse conmigo, que cuidaba a mi hermano pequeño", recuerda Rubio.

Sobre la forma de ser de la menor, su amiga explica que "se notaba que siempre tenía miedo de otras personas" y añade que "había veces que le echaban de su casa y se quedaban con amigas durante varias semanas, e incluso meses".

Junto con su amiga, Equipo de Investigación reconstruye el recorrido que siguió Amy antes de llegar a su casa la noche que desapareció.

Según asegura su amiga, cuando Amy estaba con ella horas antes de desaparecer la adolescente tenía su móvil, un terminal que posteriormente entregó la madre a los investigadores.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2018 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.