Un restaurante gallego lleva 17 años ampliando su carta de aguas hasta límites insospechados."Cuando abrimos teníamos una carta pequeña de 17 aguas minerales y poco a poco fuimos incorporando nuevas referencias hasta tener unas 150", cuenta el hostelero Carlos Crespo.

Ofrecen aguas minerales de 30 países distintos a precios inimaginables. Por ejemplo, hay un agua con gas que cuesta 110 euros la botella. Además, también cuentan con un agua de glaciar por 290 euros la botella.

No obstante, el agua más cara procede de Kobe, una ciudad japonesa: "Es una botella chapada en oro, con toda la cristalería de Swarovski y vale 17.500 euros".

A pesar de su increíble carta, el hostelero sostiene que, en alguna ocasión, les han pedido agua del grifo: "La proporcionamos, no se le cobra al cliente porque la gente ya paga sus impuestos, es agua, es gratis y no tiene que pagar por ella".