Desde antes de que empiece la temporada de verano, los turistas comienzan a llegar en masa a Gandía. Han encontrado la fórmula para adelantar el verano con despedidas de soltero 'low-cost', como mostró Equipo de Investigación en un programa de 2015 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.
El atuendo de los jóvenes que están de despedida de soltero los delata, además llevan una pulsera en la muñeca parecida al del todo incluido de los hoteles.
"Con la pulsera tenemos la entrada a una discoteca, un viaje en catamarán, cena con barra libre y espectáculo... toda la estancia durante el fin de semana", explican varias amigas.
"Hemos elegido Gandía porque nos han hablado muy bien de ella, hemos pagado por persona unos 124 euros. Incluye apartamento, catamarán, fiesta en la playa, cena con barra libre y discoteca", cuentan algunos jóvenes.
Mónica Puente, organizadora de despedidas, afirma que en un año se pueden hacer unas 5.000 allí por diez amigos de media. "Salen 50.000 personas", sostiene. En la ciudad hay unas cinco empresas que se dedican a lo mismo. "La gente que viene lo da todo porque se casan sus amigos y es un día especial, lo que tienen se lo gastan. Las despedidas benefician a todos, generan unos beneficios de unos 10 millones de euros", añade la organizadora.
Las despedidas se concentran en el barrio costero, la playa de Gandía. Cada minuto que pasa llegan más jóvenes de fiesta, hasta 1.500 cada fin de semana en temporada alta. Llenan las calles, los restaurantes y los apartamentos, a 40 euros de media la noche para un grupo entero de solteros. Comparten edificio con los vecinos que viven ahí todo el año, que están hartos de tanta celebración.
*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2015 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.
Hemeroteca Equipo de Investigación
Alcasec explica cuál era el objetivo de hackear al Poder Judicial: "Demostrar la debilidad del sistema"
El joven reconoce estar "arrepentido" de lo que había hecho. "No podía controlar qué se hacía con esos datos, los había vendido", explica, destacando que lo hizo por una "especie de rabia o venganza contra un juez".