La isla de Eigg tiene un centenar de habitantes y una de ellas es Celia Bull, capitana de barco, que confirma que hay una tendencia creciente de estos habitantes: "Siempre hay gente que quiere venir, y familias, es increíble sí".

Algunas de las razones son la buena cobertura de Internet que permite trabajar allí o la existencia de una escuela pública que no obliga a los niños a trasladarse para estudiar.

En este sentido Juan Carlos compara la situación con España, donde muchas comunidades de zonas rurales tienen cupos mínimos de alumnos para poder tener una escuela, pero en Eigg la educación está garantizada aunque solo haya un alumno.

Una peculiaridad de la isla es que los vecinos son sus propietarios, tal y como explica Maggie Fyffe, secretaria de la isla de Eigg y una de las personas que participó en el proceso de compra. Allí vive desde hace 43 años y explica como fue el cambio de propiedad: "La isla era de un misterioso artista alemán y en dos años apenas la visitó cuatro días así que pensamos nosotros lo podemos hacer mejor. Hicimos una petición de fondos y otro misterioso donante aportó un millón de euros y pudimos ofrecer 1.750.000". Finalmente la compraron en 1997.

Maggie Fyffe explica las iniciativas que se han realizado en la isla como que "todos los habitantes firmen un contrato o la creación de un sistema que conecta las tres energías: viento, agua y sol". Cada casa dispone de 5 kw y los negocios 10kw y unas luces verdes o rojas indican si hay suficiente energía o si las baterías están cargando y por tanto los habitantes deben ahorrar energía y "la gente lo hace".

Juan Carlos destaca la importancia de que una comunidad pueda generar su propia electricidad, lo que afirma "es una batalla pendiente en España con la liberalización del mercado". En la isla de Eigg además hay un proyecto para ampliar el sistema eléctrico para los hogares y negocios que están por llegar.

Otros momentos destacados

El turismo también se ha revelado como un sector clave para el desarrollo de la región que además aprovecha la espectacularidad de sus paisajes y los rentabiliza como un atractivo plató de cine, televisión y publicidad. Desde Harry Potter, a James Bond los aficionados al cine tienen Escocia como un destino turístico en el que reconocer escenas de sus películas favoritas.

La agencia de desarrollo local para la región, Highlands and Islands Enterprise, está detrás de la ayuda al emprendimiento y a la atracción de talento con la creación de puestos de trabajo cualificado y Jalis de la Serna visita varias empresas y centros científicos para conocer su trabajo.

Finalmente el reportero de Enviado Especial entrevista a una responsable de la agencia de desarrollo local que se revela como la clave para repoblar las regiones remotas de Escocia y que ha logrado aumentar en 50 años la población un 22%.