Albert Wimmer e Irene Carlés le muestran a Jalis de la Serna el proyecto de este nuevo distrito donde el ayuntamiento controla el planteamiento y la inversión. Una que está a solo dos kilómetros y medio del corazón de la ciudad, y que cuenta con 5.000 viviendas de las cuales, la mitad son viviendas sociales. "Esto es lo que hace único el modelo de vivienda en Viena", asegura Albert Wimmer, director de un estudio de arquitectura.

Esto es posible porque es un sistema donde los promotores, constructores, arquitectos, siguen unas reglas. "El precio del alquiler no puede superar un máximo del 30% de los ingresos. Los arquitectos tenemos que diseñar y planificar viviendas de calidad y, muy importante, desde el principio en el concurso público dejamos claro el precio del metro cuadrado", explica Albert.

Y es que en este modelo, donde el metro cuadrado vale entre cinco y siete euros y medio, "no hay margen para la especulación. Todo está controlado y las reglas están preestablecidas", asegura Irene. "Nuestras ganancias están limitadas", añade Albert.

Para conocer cómo son las viviendas se este distrito, Irene muestra en Enviado Especial una de ellas de 125 metros cuadrados y 20 de terraza. Una casa familiar que en régimen de alquiler cuesta unos 800 euros.

Un ejemplo de una de las muchas viviendas que hay en la zona ya que son viviendas que se adaptan a cualquier persona: estudiantes, ancianos, parejas o personas con necesidades especiales como personas con discapacidad.

Otros momentos destacados

El modelo de vivienda pública en Viena está establecido desde hace más de 100 años y el derecho a la vivienda es una prioridad para el ayuntamiento independientemente del partido que gobierne: "Es un sistema muy bien pensado que ya tiene muchos años", explica a Jalis de la Serna la alcaldesa de Viena.

El buen funcionamiento de este sistema hace que en la capital austriaca ocho de cada diez personas prefieran alquilar a comprar una vivienda.

Este dato contrasta mucho con la situación en España, donde un 84% son propietarios y solo el 16% prefiere alquilar. Esta no es la única diferencia, Jalis de la Serna intenta comprobar si en Barcelona o Madrid se pueden encontrar viviendas de precios similares a los de Viena, donde un joven vive en un piso de 60 metros en el centro y paga 650 euros. La misión es imposible.