Solo la mitad de la ropa barata que se exporta a granel hasta Acra puede ser utilizada y vendida en este gigantesco mercadillo, lo que significa que al menos siete millones de prendas a la semana son desechadas y pasan a formar parte del descomunal vertedero que contamina cada mililitro de agua de la ciudad.
En Kantomanto, Lisa Lovatt-Smith, exeditora de una influyente revista de moda, visita los puestos y apuesta por la compra de ropa de segunda mano. Ella decidió dejar atrás su profesión hace dos décadas y trasladarse a Ghana, donde reside actualmente, para fundar una ONG que hoy toma el nombre de OrphanAid Africa.
Jalis de la Serna hace lo propio y también visita las tiendas para conocer los precios. "Tengo marcas españolas", le llama la atención uno de los vendedores. "Esta es una marca del principal grupo textil español", comprueba el periodista mientras recoge unos vaqueros del suelo. En España, se venden por 36 euros. En Ghana, cuestan 6.
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Para Lisa, esta es la solución al problema medioambiental que producen la basura de desechos textiles. "Hay que comprar menos y mejor, o de segunda mano". La exeditora se atreve a retar al espectador de 'Enviado especial'. "Mi desafío al televidente sería: ¿quién se atrevería a comprarse solo una prenda nueva el año que viene?".
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