La India es el tercer productor mundial de carne avícola y huevos y los productos y alimentos de sus granjas pueden llegar a distribuirse por el mundo entero. A la luz de estos datos que el farmacéutico indio Chetan Firke ofrece a Enviado Especial, la situación que ahora está viviendo el equipo es aún más inquietante. La cara de Bruno González-Zorn, jefe de la unidad de resistencia antimicrobiana de la Universidad Complutense de Madrid y asesor de la OMS, lo dice todo.

Está viendo con sus propios ojos cómo un granjero indio medica con antibióticos muy potentes a sus animales, en concreto, a sus pollos, incluso cuando no existe enfermedad alguna, solamente para prevenir o para que suban de peso. En 'el botiquín' que manejan en esa granja, se encuentra algunos antibióticos que en España están estrictamente regulados. Y esta es una práctica habitual en granjas de todo el país.

"A ver esto de aquí… Paracetamol. Esto es un conjunto de aminoácidos y esto que nos trae a ver (...) Cotrimoxazol. Esto también es un antibiótico. Es decir, le da una mezcla de una fluoroquinolona, que también utilizamos en España, pero no está es en manos de los granjeros que lo pueden utilizar cuando quieren. Y esto es: ¡Levofloxacina! ¿Levofloxacina? ¡Alucino! En Europa no está permitido en ningún animal de producción. Es un antibiótico que se utiliza exclusivamente en seres humanos porque cualquier infección, sobre todo respiratoria, complicada... con COVID hemos tenido muchos casos... se tratan con levofloxacina. Pero es un antibiótico de último recurso que necesitamos realmente para la medicina humana".

Su inquietud es más que evidente, y se contagia en el resto del equipo. En la India es tan fácil comprar uno de estos medicamentos sin recetas como ir a una farmacia y pedirlos. El científico explica de manera concienzuda lo que provoca un abuso de este tipo de sustancias: "Es muy preocupante porque la bacteria tiende a sobrevivir y tiene una capacidad de adaptarse a los ecosistemas enorme. Si el ecosistema contiene estos antibióticos podrán crecer pocas, pero las que crecen son completamente resistentes a estos antibióticos y colonizan este ecosistema. Probablemente este señor que convive con estas bacterias tenga muchas más bacterias resistentes en su piel o en su intestino que tú yo, por ejemplo. Aunque tú y yo como ya hemos entrado, es posible que ya fácilmente esas bacterias se reproduzcan en nosotros y nos las llevemos de vuelta a España", asegura, causando el pánico... y con razón.