Son muchos los americanos que, por la cercanía, acuden cada fin de semana a Sosúa, en vuelos de conexión con Miami. Una resolución ya aprobada para que la ciudad deje de ser referente en la prostitución ordena el movimiento de todos los negocios, de bares y todo lo que pueda incitar a la prostitución, hacia la parte este de la calle Pedro Clisante, que sería como una especie de zona rosa, sin embargo, todavía no se ha hecho.

¿El motivo? El alcalde es propietario de tres discotecas en el epicentro de la prostitución. Durante la pandemia, la inspección tuvo que cerrarle, al menos una de ellas, por saltarse los protocolos anticovid. El alcalde ha citado en un restaurante a Jalis de la Serna para que le entreviste. "Estamos un poco impactados. Me he recorrido Sosúa y desde la playa, está lleno de mujeres esperando para captar clientes para ejercer la prostitución", afirma el periodista a Wilfredo Solivences, alcalde de Sosúa.

"Pero no es Sosúa el lugar donde están todas las prostitutas del mundo", afirma Wilfredo, que destaca que "en todo el mundo hay prostitución, la prostitución es parte de la cultura del mundo, es parte de la tradición": "¿Está en España, en su país? Allá hay muchas chicas que se buscan su vida en la calle, ¿o allá solamente hay santas en España? ¿O vírgenes? Sosúa es un pueblo encantador". Sin embargo, Jalis de la Serna insiste en preguntar al hombre por la preocupante situación de las mujeres en la ciudad: "Más allá que como alcalde, como persona que va por la calle y se encuentra esto, ¿qué impresión le produce esto a usted?". Puedes ver la entrevista al completo en el vídeo principal de esta noticia.