Lola, gaditana de 48 años, entró en la cárcel de Palmasola por delito de transporte de drogas. Lleva cinco años y medio interna por viajar con droga al intentar evitar así el desahucio de su casa en Cádiz. Tiene un cáncer de mama que lleva años sin podérselo tratar por falta de medicamentos.

Pero la falta de atención médica no se da sólo en el módulo de las mujeres. El módulo de hombres de la cárcel de Palmasola también lo padece. José, un catalán de 76 años, jubilado, condenado a diez años por tráfico de droga, denuncia las condiciones del penal de Palmasola.

Ana, otra de las internas que se podía ver en el programa, catalana de 36 años, ya está liberada. Confiesa haber vivido una pesadilla: "Los consulados españoles en cualquier país latinoamericano hacen lo que quieren".