Donald Trump ya es el nuevo presidente de Estados Unidos. Y lo es habiendo obtenido menos votos de los ciudadanos que su rival Hillary Clinton. Se trata de la quinta vez en la historia de EE.UU. en la que el sistema electoral provoca que el ganador no sea el más votado, pero sí logre el mayor número de compromisarios en juego (el voto electoral). Con 59.791.135 votos, por debajo de los 60.071781 de la candidata demócrata, Trump logra 279 votos electorales, frente a los 228 de Clinton (datos aún provisionales). Todo ello en unas elecciones tachadas de históricas pero que solo lograron movilizar al 49% de los norteamericanos con derecho a voto.

Trump logra un millón de votos menos que Romney en 2012 y un resultado similar a McCain en 2008. Y los dos candidatos republicanos perdieron ante Barack Obama por una diferencia de casi diez millones de votos. Con Clinton, los demócratas pierden seis millones de votos respecto a 2012 y diez millones respecto a 2008. Además, las encuestas dibujan el perfil de quien optó por uno u otro candidato: Trump se impone entre los hombres blancos de más de 45 años, sin estudios superiores, protestantes y habitantes de zonas rurales. Clinton, sin embargo, lo hace entre las mujeres afroamericanas de menos de 29 años, judías y habitantes de grandes ciudades. ObjetivoXtra analiza estos y otros datos que rodean la llegada del empresario Donald Trump y la Casa Blanca.