Muchos presidentes de cajas de ahorros y consejeros están siendo investigados por causas similares, como los grandes sueldos que percibían mientras ejercían su cargo y las prejubilaciones millonarias con las que se iban, la venta de preferentes, la contabilidad o las irregularidades que hubo en las salidas a bolsa de estas cajas, con especial mención al caso Bankia.