El Gobierno de Mariano Rajoy, en 2012, aprobó una amnistía fiscal por la que afloraron 40.000 millones de euros pero solo se recaudaron 1.200. Preguntado en El Objetivo por si acogerse a este mecanismo dañaba su credibilidad y si era éticamente reprobable, Rodrigo Rato afirma que hizo las cosas bien, y culpa al ministro de Justicia de entonces, Rafael Catalá, por filtrar esta información.

"Soy la única persona que se acogió a la amnistía fiscal y que ha salido publicado. Lo dice el ministro de Justicia y lo conocía más de un miembro del Gobierno", reprocha Rato, asegurando que se sorprendió de que conociesen esa información, pues "es un delito".

Así, se pregunta cómo lo supieron: "Si yo me había acogido o no a una amnistía fiscal, ¿cómo lo sabía? Es un delito que se lo hayan dicho", dice. Añade además que es fácil de encontrar al culpable de este tipo de delitos porque "cualquiera que entre en los datos de Hacienda de otra persona deja huella".

"Me pueden criticar por acogerme a la amnistía fiscal, que es una ley, lo entiendo", explica, antes de justificar por qué lo hizo. "Yo era un ciudadano normal y que venía de vivir en el extranjero. Ese dinero pasó a ser mío cuando no residía en España. Había otra manera de tributar, pero pensé que la amnistía fiscal requería menos papeleo. Al final, ha resultado ser más difícil", reflexiona exvicepresidente del Gobierno.