En septiembre de 2003, José María Aznar nombró a su sucesor al frente del Partido Popular. Mariano Rajoy tomó las riendas del barco, llegando a ser años más tarde presidente del Gobierno. Este nombramiento, para Rodrigo Rato, fue un "error"; no por la persona, sino por el "dedazo".

"Aznar, cuando decidió marcharse, debía haber elegido marcharse, no un dedazo. Eso fue un gravísimo error para Aznar, para el Partido, para Mariano Rajoy y para todo el mundo. Creo que habríamos estado muchísimo mejor sin dedazo", sentencia Rato.

Rato insiste en que "la elección fue un error", aunque Pastor recuerda que "en el PP había sido así siempre". El exministro recuerda su encuentro con Aznar en el que le comunicó su decisión de decantarse por Rajoy. "Esa responsabilidad nunca debió haberla cogido. Creo que fue un magnífico presidente del Gobierno, pero eso fue un error", lamenta.