La estadística oficial para comparar el precio de la factura de luz entre países europeos es Eurostat. Según los datos del segundo semestre de 2015, los últimos publicados, el consumidor doméstico español paga 0,237 euros por cada kilovatio hora (kWh), impuestos incluidos.

Aunque la cantidad es superior a la media de la unión europea —que se sitúa en 0,21 euros—, en Dinamarca (0,304 euros), Alemania (0.295), Irlanda (0,245) e Italia (0,243) el coste es superior. España está, por tanto, entre los cinco países que más pagan por la luz, pero no es "la más cara de todo el mercado energético europeo".

Según indica el ingeniero industrial y experto en el sector eléctrico Jorge Morales, para comparar el consumo doméstico entre países es necesario mirar las cifras con impuestos incluidos —Eurostat también las facilita libres de tasas—, puesto que no todos los países incluyen los mismos conceptos dentro de los impuestos y "la comparación no resultaría homogénea".

Consumidor doméstico e industrial

A la hora de elaborar sus estadísticas, Eurostat distingue entre consumidor doméstico y consumidor industrial, teniendo en cuenta la cantidad de kilovatios por hora consumidos. Como Gabriel Rufián se refería al precio que pagan "autónomos y pymes", podríamos entender que para el candidato de ERC se enmarcan en el grupo de "consumidores industriales" y no en los domésticos que hemos visto anteriormente.

Acudiendo a estos datos, el precio de cada kilovatio hora (kWh) es de 0,137 euros en España, por debajo de la media europea (0,147 euros). Hay, además, otros diez países europeos en los que el precio de la electricidad para el consumidor industrial es mayor que en España: Dinamarca, Alemania, Italia, Reino Unido, Liechtenstein, Chipre, Irlanda, Malta, Letonia y Portugal. Por tanto, aquí tampoco España tiene "la más cara de todo el mercado".

Por tanto, podemos decir que cuando Gabriel Rufián asegura que España se paga "la luz más cara de todo el mercado energético europeo" hace una afirmación FALSA.