Los datos hablan de unas 224.000 personas que se han marchado, la mayoría jóvenes, en los últimos cinco años, pero la investigación de Amparo González-Ferrer se queda corta. "Han emigrado sobre 225.000 personas de nacionalidad española, pero se han ido muchas más personas. Si nos fijamos en las estadísticas oficiales de recepción de personas procedentes del extranjero que nos suministras los países a los que se marchan los españoles podemos saber cuántos se han ido".

"Cuando se comparan las cifras entre los informes que facilitan los países receptores y las cifras que nos constan a nosotros en el INE, el sub registro suele estar en el caso del Reino Unido en torno a siete veces superior la cifra que ofrece el Reno Unido", explica la investigadora.

"Nuestras estadísticas, que son muy buenas en muchos casos, en este caso no están actualizadas para captar el dinamismo y la magnitud de este fenómeno. Creemos que sería necesario que se tomaran medidas para mejorar", argumenta González-Ferrer.

Ana Pastor revela que ha habido polémica en las redes sociales por aplicar la palabra exilio, un concepto político, a jóvenes que se van fuera buscando oportunidades laborales. El cineasta Ruben Hornillo no tiene ningún problema en utilizar este vocablo. "El exilio es un estado de ánimo, si tú no te sientes exiliado yo no voy a decir que es estás exiliado. La RAE dice que exilio es expatriación por motivos políticos. La gente relaciona política con ideología pero para mí es más que esto".

El director de cine recurre a una cita de Santiago Niño Becerra para explicar por qué vuelven muchos españoles del exilio. "El hecho de que sobres en España no significa que hagas falta en otro lugar del mundo. Hay que mirárselo mucho y prepararse ante de dar el salto".