Sonia Zúñiga, investigadora de CNB-CSIC, ha explicado la evolución de la investigación sobre el coronavirusdesde que se conoció su existencia. Así, la científica ha asegurado que "al principio los coronavirus que tenían más importancia eran los que afectaban a animales, porque causan pérdidas económicas grandísimas en un montón de explotaciones ganaderas".

Aunque es cierto que se conocían desde hace muchos años coronavirus que infectaban al ser humano, "como causaban un resfriado común no se les daba importancia", según ha explicado la investigadora.

Por eso, en el momento en el que emerge el SARS, surgido en 2002 en Cantón, China, "hay un 'boom'" y en los laboratorios empiezan a trabajar con estos coronavirus humanos que causan una enfermedad potencialmente mortal.

La experiencia con el SARS y MERS, los coronavirus más mortales para humanos, está sirviendo para avanzar en el desarrollo de una vacuna. Hay laboratorios en el mundo que van a iniciar sus ensayos a partir de trozos del virus.

El método genético del equipo español del CSIC se orienta a fabricar un virus de orientación, copiando las letras de su ARN. Escogiendo solo algunas de sus partes, evitando las dañinas, se puede generar un ADN de encargo e insertarlo en cromosomas artificiales de bacterias, que quedan ocupados por este 'virus fake'.

Estos cromosomas ya están listos para conquistar, a su vez, cultivos de células, como harían en un organismo animal. Así, el virus toma forma sin hacer daño, propiciando la inmunidad, como cualquier otra vacuna.

"Si no se hubiera liberado tan rápido la secuencia del virus, nosotros no hubiéramos podido empezar a hacer el trabajo que ya tenemos adelantado para cuando podamos empezar a trabajar con este virus", ha explicado Zúñiga.

Algunas de las características de los coronavirus propician que no se pueda descartar que vuelva a dar brotes recurrentes, porque "la mortalidad no es tan alta y la contención es más complicada por el hecho de que hay individuos asintomáticos que están dispersando el virus", tal y como ha narrado la investigadora.

"Los coronavirus tienen que considerarse virus emergentes con un potencial pandémico, porque si seguimos trabajando en ellos estaremos preparados para este u otros que puedan emerger en el futuro", ha zanjado Zúñiga.