El movimiento feminista reune a diversas generaciones bajo el mismo grito. 'Por las que fueron somos y por las que somos, serán', ese es el lema que mejor expresa la continuidad y la lucha de miles mujeres por la igualdad real, y por eso es también la que más gusta a Sara, una joven feminista de tan solo 22 años.

Rafaela, de 59 años, representa a una oleada de mujeres para las que "ser feminista era muy complicado". "En los años 80 te ponían etiquetas, eras la rara del grupo y la rara de la familia", ha explicado, y es que por aquel entonces, para las mujeres anunciar una separación o el simple hecho de viajar sola era motivo de crítica.

Para la generación de Sara ha sido "más sencillo", aunque como ella misma ha explicado, parecía que era una generación que ya crecía libre sin serlo: "Nos hemos dado cuenta de que hay muchos derechos que se supone que teníamos que están amenazados y por eso siempre decimos que queremos ser libres y no valientes, que al final es lo que nos hacen ser ahora mismo".

"Soy feminista, trabajadora de hogar y migrante", ha explicado Rafaela, que ha asegurado que la deuda es "histórica" con las mujeres que cuidaron "sin ser valoradas y sin ser reconocidas".

Por eso el feminismo de hoy logra reunir las diversas generaciones que antes no pudieron alzar la voz. "Para nosotras muchas de las mujeres que llevan tantos años trabajando en el feminismo son referentes, aprendemos muchísimo de ellas", ha explicado Sara, que ha asegurado que "la generación más mayor tiene una experiencia polútica brutal y ha vivido muchas cosas" que ellas no han vivido.

Pero no solo edades: el feminismo reúne múltiples causas. A Sara le llama especial atención la lucha por el aborto, por ser "un derecho que vuelve a ser amenazado constantemente", mientras que a Rafaela le acerca precisamente la variedad de casos unidos en un mismo grito: "Uno de los logros es incorporar distintas luchas en el movimiento feminista como es el tema de los cuidados, las trabajadoras de hogar o las luchas sobre fronteras".

"Ya tan mayores vamos a seguir siempre nosotras reivindicando, pero cuando nos encontramos con esas jóvenes ahí era 'jolín, no estamos solas'. Creo que ha sido una universidad para el movimiento feminista encontrarnos con mujeres de 14 años, de 20, de 30, de 80 y hasta de 90", ha asegurado Rafaela. "Sabemos que tenemos relevo y eso nos hace profundamente felices", ha zanjado Sara.