El partido ‘España 2000’ aterrizó en el ayuntamiento de Alcalá de Henares  en las últimas elecciones municipales y eso fue un hito, porque esta es una de las ciudades más pobladas  de la Comunidad de Madrid. “Nos etiquetan como extrema derecha, pero nosotros no nos sentimos,  no nos consideramos de extrema derecha.  A nosotros nos gusta llamarnos social-patriotas”, aclaraba Rafael Ripoll sobre la tendencia política de su partido.

Sobre el ataque a la librería de Blanquerna perpetrado por Alianza Nacional, Rafael Ripoll cree que “es el resultado de una rabia” provocado por “las chulerías y amenazas constantes del separatismo”, que “producen  un hartazgo en la juventud patriota que hay en Madrid. En la web del partido hay una frase que dice “con 6 millones de parados sobran 6 millones de inmigrantes”, una frase que matiza Ripoll. “A mí no me gusta la palabra ‘discriminación’. Yo hablo de dar la prioridad. En España, ser español, para algo tiene que servir”, sentenció.

Con un discurso xenófobo de rechazo frontal a la inmigración, Plataforma per Catalunya (PxC) cuadriplicó su resultado en las últimas elecciones municipales. Sumó 50 concejales más hasta llegar a 67 y en ciudades como Vic que es la segunda fuerza política. Josep Anglada matiza que “PxC nunca ha sido un partido de extrema derecha,  sino que ha sido un partido identitario catalán”.

Cree que, con la situación económica que hay en España, “no pueden entrar más inmigrantes” y que, además, hay que “diferenciar la inmigración musulmana con la otra inmigración” ya que, según Anglada, “es una inmigración que le cuesta más adaptarse a nuestras costumbres”. De su relación con partidos y símbolos neonazis en su juventud, Anglada afirma que “todo el mundo puede tener un pasado”.  Finaliza diciendo que, para él, sus banderas son “las cuatro barras, que no la estelada” y “la bandera constitucional que hay en España”.