Aurelio Soto, portavoz de la Unidad Militar de Emergencias, ha afirmado en El Objetivo que el traslado de enfermos y fallecidos "es una misión muy especial" que hacen "con los máximos requisitos de seguridad".

En concreto, en el caso de los fallecidos por coronavirus, Soto ha indicado que se trata de una "misión muy especializada desde el punto de vista técnico porque incluye el tratamiento de las personas fallecidas" desde que se hacen cargo de ellas, "el preparar el cuerpo, el traslado y su custodia y eso hay que hacerlo siguiendo un riguroso procedimiento jurídico y administrativo a partir de un triple chequeo para asegurar que no haya ningún error".

"Hemos tratado con cariño y respeto a cada uno de los fallecidos, velándoles en silencio"

Sin embargo, el portavoz de la UME ha querido destacar "la implicación emocional de los compañeros en esta misión". "Hemos tratado con cariño y respeto a cada uno de ellos, velándoles en silencio. Éramos conscientes de que sus familiares no podían hacerlo en ese momento", ha manifestado Soto, tratando de contener la emoción.

En este sentido, Soto ha destacado que "era habitual ver en los depósitos a algún compañero paseando entre los cuerpos leyendo sus nombres, recordándolos, dedicándoles algunas palabras y en algunos casos que había certeza de sus creencias religiosas, incluso una oración".

"Ningún fallecido ha sido anónimo; todos tienen su nombre y están en nuestros corazones"

El capitán de la UME ha afirmado que esa misión la han llevado "con discreción por respeto al dolor y a la dignidad de los familiares". "Pero sí es verdad que ahora nos gustaría que los familiares supieran el cariño y el respeto con el que hemos tratado a cada uno de ellos. Ninguno para nosotros ha sido anónimo. Todos tienen su nombre y apellido que está en nuestras mentes y en nuestros corazones y los hemos tratado como si fuera un compañero más", ha expresado Soto.