Unas 6.000 familias han tenido que ser evacuadas de sus viviendas por el avance de la lava tras la erupción de Cumbre Vieja. Familias que han visto cómo su vida y sus recuerdos han quedado sepultados bajo ceniza y material volcánico.
Es el caso de los vecinos de El Paso, que además de ver destrozadas sus casas, han visto incendiada la escuela a la que asistían todos los niños de la zona. "Se han quemado el colegio y la mayoría de casas de los padres de los niños. Es una situación difícil de afrontar y superar", ha señalado en El Objetivo Domingo Guerra, el párroco del municipio.
Este sacerdote, por el momento, no ha visto afectada su casa -que se encuentra a cuatro kilómetros de la erupción-, pero sí está viendo peligrar su parroquia -que está a 40 metros y en el camino que está siguiendo la lava. A pesar de la tragedia que están viviendo, ha llamado a los ciudadanos a "llenarse de valor y fuerza para crecer ante la adversidad" y superar el drama que están viviendo.