Uno de cada cinco consejeros de las principales empresas llegó a ellas a través de la política
‘El Españolisto’ analiza el fenómeno de las ‘puertas giratorias’ y su principal riesgo: un cargo público puede tomar decisiones que beneficien a su futura empresa privada. Además, la sospecha de presiones y favoritismos una vez incorporados a su plantilla son innegables. Existe una ley que regula los conflictos de intereses, pero la oficina que lo supervisa está controlada por esos mismos altos cargos.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar, recoger datos estadísticos y mostrarle
publicidad relevante. Si continúa navegando, está aceptando su uso. Puede obtener más información o cambiar la
configuración en política
de cookies.