Amparo Salmón García de los Salmones se desplaza a la ganadería de Torrelavega (Cantabria) para conocer cómo trabajan allí sus empleados. Era la primera vez que la jefa se ponía a trabajar con los animales, algo que le daba un poco de respeto.

Los ganaderos Pili y Vidal alucinaron al verla con tacones, así que le dieron ropa para cambiarse. Una vez ya con la vestimenta adecuada para trabajar más cómoda en el campo, la jefa infiltrada dio de pastar a las vacas, recogió todo el estiércol e incluso se dispuso a ordeñar por primera vez a una vaca.

A pesar de la inseguridad con los animales, los ganaderos parecen disfrutar encargándole tareas de riesgo.

Otros momentos destacados

Muy diferente fue su encuentro con los ganaderos el día de las revelaciones. Entre lágrimas, Pili y Vidal recibían el veredicto de la jefa infiltrada, quien no dudó en trasladarles como se había sentido el día que compartió con ellos en la granja.

Para llegar a la granja de Pili y Vidal, la jefa infiltrada había tenido que pasar primero por un cambio de look que evitase que sus empleados pudieran reconocerla. Este cambio asombró a sus familiares.