Durante el segundo día, 'La Jefa infiltrada' se desplaza hasta la sala de despiece de 'Abrasador', situada en Toledo, para comprobar cómo trabaja uno de los trabajadores del que le han llegado varias incidencias.

Juan arranca la jornada con un trabajo muy desagradable para Sara, su aprendiz vegana: trasladar las piezas de ternera a las cámaras frigoríficas.

Entre trabajo y trabajo, la jefa descubre algo que no le gusta. Una pieza de carne roza el suelo y el trabajador la limpia con un trapo, en lugar de seguir el procedimiento establecido: cortar con un cuchillo la parte manchada y tirarla a la basura.

Tras ver este comportamiento, Sara decide poner a prueba a Juan para ver si cumple las normas de refrigeración. Le pide un 'selfie', mientras la carne permanece a temperatura ambiente sin ser trasladada a la nevera.