A Mónica, Jesús Navarro le explica que le falta autoridad y que se siente reflejado en ella cuando él era joven. Le ha visto carencias en formación, sobre todo en tema de inglés. Por eso, le ayuda en su formación regalándole un curso completo de inglés para que tenga mayores conocimientos. Y para que los ponga en práctica, le regala un viaje a Londres. “Me alegro un montón de que hayas visto que mi trabajo para mí lo es todo y me encanta”, comenta Mónica.

El jefe les explica a Jesús y José que su experiencia ha sido positiva con todos los empleados excepto con ellos dos. No han entendido que los jefes están para formarles y hacerles crecer. También les deja claro que la empresa necesita rapidez pero no a cualquier precio. “Corre en la tienda, no en la moto”. Los jóvenes quieren seguir en la compañía pero tienen que aceptar las condiciones del jefe: un curso de seguridad vial para poder volver a coger la moto. “Yo prefiero no decir nada”, explica Jesús, el empleado.

Jesús le dice a Laura que es “una terremoto”, una chica eficiente, que se dedica al trabajo pero le preocupan las dudas que tiene sobre su ascenso porque no quiere dejar de ver a su familia. Quiere que deje de momento la cocina de Domino’s para irse de crucero con su familia que le regala la empresa. “Te regala una vacaciones a bordo de un crucero de lujo por el Mediterráneo”, lee Laura.

Jesús reconoce que ha pedido informes de Rafa. El joven habla de su desmotivación y el jefe le dice que quiere que siga formando parte de la compañía. Rafa va a seguir en su trabajo y pronto le llegará su oportunidad. Se compromete a mejorar y Jesús le premia pagándole el alquiler de su piso durante un año.

El jefe infiltrado le llama la atención a Sergio por una infracción que cometió: permitió entrar a un perro en el local. El empleado se disculpa y se emociona. Su jefe le dice que es un trabajador ejemplar, que se involucra y le gusta su trabajo, va siempre contento a pesar de sus problemas económicos y familiares. Jesús le entrega un pantalón, el pantalón de encargado. Además, pagan los estudios de sus hijos, con un fondo de estudios de 10.000 euros. “Yo solo he hecho mi trabajo, nada más”, comenta el empleado.