El jefe de La Mordida ha alucinado con una de las cocineras de uno de sus restaurantes y es que no tenía preparada una guarnición.

En lugar de solventar el error añadiendo el ingrediente correcto, la cocinera opta por cambiar el ingrediente y poner jalapeños.

El jefe infiltrado, que presencia toda la escena, no da crédito: "En una cocina de calidad como es la de La Mordida no se puede permitir que falte un género y se cambie por otro de manera improvisada".

Otro momento destacado

Bea, una de las camareras de La Mordida, trató de manera muy desagradable a su jefe sin saber su verdadera identidad. Julio está tan enfadado que llega a romper en su cara el contrato laboral que les une. En el vídeo puedes ver cómo acaba el conflicto.