En el programa de hoy de El Jefe Infiltrado, Manuel Alcerrica, creador de La Mar de Gambas, empresa puntera en el sector de la restauración, comprobará bajo una identidad falsa que en sus locales se vende algo más que marisco, que en el almacén se practican deportes de riesgo, que algunos de sus camareros son capaces de echarte del local a la mínima queja y otros cuecen el marisco midiendo el tiempo de una manera más que curiosa.

El origen de la marca es una historia de tradición familiar vinculada a la hostelería. Desde pequeño ayudaba en los bares que tenía su familia. Con 20 años, Manuel Alcerrica, empezó a volar solo y montó su propio establecimiento en el que el marisco era la clave. Viendo el éxito de la fórmula cerveza y marisco, se decidió a abrir otro local y otro y otro... hasta decidir franquiciar creando La Mar de Gambas.

Haciéndose pasar por Teo, un motero que busca trabajo en la empresa, comprobará que uno de sus trabajadores es capaz de cualquier locura, incluso poniendo su vida en riesgo, con tal de acabar rápido. Además, vivirá en sus propias carnes lo que es una jornada de reparto por toda Sevilla cargado de pesadas cajas.

Verá también cómo uno de sus camareros echa de malas formas a unos pacíficos clientes de la terraza sin que él pueda decir nada al tener que seguir con la infiltración. Trabajará en el cocedero, la joya de la empresa, y verá que un proceso altamente tecnológico está en manos de trabajadores altamente "analógicos".

Para finalizar presenciará cómo en sus locales, además de cerveza y marisco, se subastan juguetes sexuales sin que él lo sepa.

Séptima temporada de El jefe infiltrado

Continúa la nueva temporada de El jefe infiltrado en laSexta. Vuelven los directivos camuflados entre empleados, las coartadas para que ningún miembro de la plantilla descubra que su compañero es su superior y los secretos de cómo funcionan empresas que utilizamos a diario.

En esta nueva edición, producida por Atresmedia TV en colaboración con Boxfish, el espacio mostrará sectores empresariales nunca vistos hasta ahora en el programa, como las históricas heladerías L'Antiga Valenciana creadas en 1931, las innovadoras tintorerías UrbanClean o los modernos parques de ocio Flipa Jump. Desde el lavado de coches de lujo, pasando por la industria del ocio, el rescate encarretera, la restauración y panaderías, cada semana un jefe se infiltrará en su propia empresa bajo una falsa identidad.

Trabajará codo con codo con sus empleados, afrontará riesgos, se emocionará y tomará decisiones que cambiarán para siempre la vida de sus trabajadores. Lo que ellos nunca sabrán es que su nuevo compañero de trabajo en realidad es... el jefe infiltrado.

Muchas de las empresas que participan en el programa han conseguido triunfar en tiempos de crisis aportando ideas revolucionarias a sectores tradicionales. Es el caso de Grúas Barragán un gigante nacional que ha pasado de las clásicas grúas a mastodónticos vehículos de 100 toneladas capaces de remolcar autobuses o rescatar coches sumergidos en el agua.

En restauración, El jefe infiltrado se meterá hasta la cocina de Toro Burger, cadena de hamburgueserías gourmet premiada como la mejor cheeseburger de España. Las incidencias laborales seguirán siendo parte fundamental del exitoso formato, como en el caso de Alvato Luxury, un lavadero para vehículos de lujo, donde una jefa patosa limpiará un automóvil valorado en 100.000 euros con imprevisibles consecuencias, o La Mar de Gambas, las peculiares cervecerías-marisquerías donde un camarero de armas tomar llegará a echar a unos pacíficos clientes y donde el jefe descubrirá que se sortean succionadores femeninos a sus espaldas.

Pero además de incidencias laborales, esta séptima temporada estará repleta de rostros e historias humanas, algunas divertidas y otras duras y dolorosas como las consecuencias directas de la guerra en Ucrania o los tristes efectos de la pandemia. Historias de vida de trabajadores anónimos descubiertas por jefes que son auténticos héroes desconocidos. Tal es el caso del dueño de las panaderías Forno de Lugo, quien, además de llevar pan gallego desde su aldea a toda España, tuvo el valor de rescatar con sus furgonetas de reparto de refugiados de guerra.